Celos

Historias de celos. La vida está llena de ellas, de historias de celos. Y no me refiero sólo a los celos que surgen en el amor de los amantes, sino también en el amor de los amigos, en el amor filial, en las relaciones laborales o sociales. Me atrevería a decir que todos somos celosos, en menor o mayor grado

¿Son legítimos (justo, permitido, según justicia y razón) los celos? No sé si son legítimos, lo que sí sé es que son humanos. Pero los celos causan dolor (como tantas otras circunstancias humanas).

¿Por qué surgen los celos? Podría ser por un sentido de posesión fuera de lugar. Podría aproximarse a una situación de envidia mal entendida o una situación de agravio comparativo -real o no-. En este caso creo que estaríamos hablando más del plano laboral o social, y menos de los celos entre amantes, amigos o familiares.

Es curioso cómo una vida puede estar marcada por una historia de celos cuando su protagonista ni siquiera es consciente de ello.

¡Qué extrañas son las relaciones humanas! ¿Verdad?


A LOS CELOS
Luis de Góngora

¡Oh niebla del estado más sereno,
Furia infernal, serpiente mal nacida!
¡Oh ponzoñosa víbora escondida
De verde prado en oloroso seno!
¡Oh entre el néctar de Amor mortal veneno,
Que en vaso de cristal quitas la vida!
¡Oh espada sobre mí de un pelo asida,
De la amorosa espuela duro freno!
¡Oh celo, del favor verdugo eterno!,
Vuélvete al lugar triste donde estabas,
O al reino (si allá cabes) del espanto;
Mas no cabrás allá, que pues ha tanto
Que comes de ti mesmo y no te acabas,
Mayor debes de ser que el mismo infierno.